Una gestión patológica del dolor emocional
Las autolesiones son una práctica muy frecuente entre los adolescentes. Se trata de un modo patológico de enfrentarse a los problemas, que pretende ser una liberación del dolor emocional que la persona siente y un modo de expresar esos sentimientos que el adolescente no logra expresar con palabras. El dolor emocional se traduce en un dolor físico, aparentemente más soportable que el primero. Pero se trata de un recurso patológico porque el dolor emocional siempre vuelve y el adolescente vuelve a sentir la necesidad de hacerse daño.
Formas de autolesionarse
Una cuchilla, unas tijeras, un mechero o incluso las propias uñas, son algunos de los instrumentos que pueden servir para autoagredirse. El cutting o la adicción a cortarse es la forma de autolesión más habitual, que consiste en hacerse cortes en forma de rayas horizontales en antebrazos, en la parte interna de los muslos de las piernas o en la barriga. Por muy alarmantes y aparatosos que puedan resultar estos comportamientos, no suele tratarse de comportamientos suicidas. El adolescente lo hace a escondidas, casi siempre siguiendo el mismo procedimiento. Pero también puede decidir compartirlo en las redes sociales, lo que hace que se convierta en un secreto compartido, incrementando así el riesgo de que se convierta en un comportamiento altamente contagioso.
El riesgo de que se convierta en una adicción
Lo que resulta contra-intuitivo y sorprendente de estos rituales autolesivos, es que al tratarse de comportamientos que se repiten del mismo modo a lo largo del tiempo, pueden llegar convertirse en un ritual de placer, lo que dificultará más el abandono de este comportamiento patológico que puede llegar a convertirse en adictivo.
El tratamiento de las autolesiones
El tratamiento dependerá del perfil del adolescente, según la principal motivación de la autolesión:
- la de que el dolor físico alivie el dolor emocional, muy probablemente estaremos ante un trauma y tendremos que tratarlo como TPET (Trastorno por Estrés Postraumático) para poder extinguir la conducta de autolesión.
- el placer de autolesionarse, un comportamiento compulsivo que ha llegado a convertirse en placentero por sus numerosas repeticiones, lo trataremos desde su vertiente TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).
El tratamiento se aborda de forma individual pero por lo general, implicando también a la familia. Ver Psicólogo Familia.
¿Crees que el dolor físico hará desaparecer tu dolor el emocional? ¿Empezaste a hacerlo sin saber muy bien por qué y ahora no puedes dejarlo? ¿Autolesionarte se está convirtiendo en una adicción? Los mejores psicólogos de Barcelona serán aquellos capaces de entender tu vivencia particular y las dinámicas de interacción que se establecen para diseñar un tratamiento específico en base al objetivo que acordéis en sesión. Consulta con tu psicólogo para adolescentes especialista en autolesiones ¿Te ayudo? Tu problema tiene solución. Susana del Corral psicóloga en Barcelona.