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Psicólogo Trastornos Sexuales

La actividad sexual es esencial para nuestra salud y calidad de vida, es una importante forma de conectarnos con nosotros mismos y con los demás. Para muchas personas el placer sexual es una de las experiencias más gratificantes de la vida.

Hablamos de disfunción sexual o trastornos sexuales cuando la persona tiene dificultades para tener sexo o disfrutar de éste, y esto le preocupa. Son alteraciones tanto en el deseo como en la respuesta sexual que provocan malestar y dificultan las relaciones con los demás.

Las disfunciones sexuales son muy comunes y la mayoría de casos se pueden tratar. Si la persona lleva años con una disfunción sexual, hay que descartar primero posibles causas orgánicas. Pero muchos de los trastornos sexuales son de origen psicológico y se pueden resolver recibiendo el tratamiento psicológico adecuado.

Las demandas más habituales relacionadas con trastornos sexuales suelen ser:

  • Falta de deseo sexual o falta de excitación, tanto en hombres como en mujeres.
  • Fobia o aversión al sexo: rechazo a cualquier actividad sexual, lo que provoca un malestar acusado en la persona o dificultades en las relaciones interpersonales.
  • Anorgasmia: dificultad muy grande para llegar al orgasmo o ausencia del mismo.
  • Dispareunia: dolor cuando se intenta la penetración o coito, por lo que resulta casi impracticable. Es más frecuente en mujeres ya que suele aparecer asociado al vaginismo, y acaba derivando en una imposibilidad de tener sexo.
  • Disfunción eréctil o problemas de erección: recurrente imposibilidad del hombre para lograr o mantener la erección del pene, lo que hace muy difícil poder mantener relaciones sexuales satisfactorias.
  • Eyaculación precoz: el sujeto eyacula rápido con la mínima estimulación sexual de su pareja. El varón expulsa el semen de forma prematura, sin desearlo. Puede suceder en todas las etapas de la vida, pero se da especialmente en la adolescencia por la presión mental del joven de querer desenvolverse como un hombre a pesar de no tener experiencia. Cuando se da de forma reiterada en el tiempo, durante un tiempo prolongado y con una alta frecuencia en las relaciones sexuales, constituye un cuadro.
  • Vaginismo: cuando las mujeres no pueden practicar el coito, o bien, lo realizan con muchísima dificultad por la contracción involuntaria de los músculos que rodean la vagina, que impide una actividad sexual placentera.

Estos casos suelen llevar a las personas a evitar las relaciones sexuales por miedo, o bien a buscar un placer amplificado, comportamientos que en vez de resolver el problema lo hacen crónico.

Mejorar un trastorno de la sexualidad influye decisivamente en diferentes ámbitos de la vida del paciente y en su forma de relacionarse con los demás.

¿Te sucede alguno de estos problemas? Ponte en contacto con tu psicólogo en Barcelona especializado en trastornos sexuales. Susana del Corral psicóloga en Barcelona. Tu problema tiene solución. Puedo ayudarte.