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Psicólogo Duelo o Luto

¿En qué consiste un duelo o luto?

El duelo es el proceso emocional y cognitivo de adaptarse a la vida tras una pérdida importante para nosotros. Cuando hablamos de duelo, no sólo nos referimos a la muerte de un ser querido, sino que también puede darse por una ruptura sentimental, el abandono de un ser querido, un aborto, el diagnóstico de una enfermedad terminal, etc. Incluso puede tratarse de pérdidas materiales.

Es importante entender que el duelo no es un trastorno ni una patología en sí mismo, es un proceso que, a pesar de ser intensamente doloroso, es una respuesta adaptativa, natural y necesaria. Aunque casi siempre vivimos las experiencias más dolorosas como algo que nunca vamos a poder superar, estamos biológicamente preparados para gestionar el duelo, ya que éste forma parte de la naturaleza. Recordemos la famosa frase de Nietzsche: «lo que no te mata te hace más fuerte».

Las fases del proceso natural del duelo

En psicología se habla de cinco estadios del duelo, pero no hay que entenderlo como un proceso rígido porque cada persona es un mundo y cada duelo es único. Inspirándonos en las fases del duelo de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, desde un punto de vista estratégico podemos describirlas así:

  • Negación, el dolor que bloquea: El impacto de la noticia es tan doloroso que bloquea nuestras acciones y pensamientos. La negación tanto de la pérdida como del dolor es una reacción inmediata muy habitual, una sensación de irrealidad o de incredulidad.
  • Ira, la otra cara de la moneda del dolor: Se activan sentimientos de frustración y de impotencia que pueden consistir en enfadarse con la persona que nos ha dejado, con uno mismo por no haber hecho nada o en atribuir la responsabilidad de una pérdida irremediable a un tercero.
  • Negociación: La persona parece que empieza a tener un primer contacto con la realidad de la pérdida, al tiempo que empieza a explorar qué puede hacer para revertir la situación. La persona busca modos de evitar lo que ya se ha producido.
  • Tristeza: A medida que avanza el proceso del duelo y se va asumiendo la realidad de la pérdida, la persona empieza a tener un contacto con la ausencia, que se manifiesta en forma de pena, nostalgia, tendencia al aislamiento social y pérdida de interés por lo cotidiano. La persona se siente agotada y todo le supone un gran esfuerzo. Sólo doliéndonos de la pérdida se puede empezar el camino para seguir viviendo a pesar de ella.
  • Aceptación: Supone la llegada de un estado de calma asociado a la comprensión, no sólo racional sino también emocional, de que la muerte y otras pérdidas son fenómenos inherentes a la vida humana. Se podría aplicar la metáfora de una herida que acaba cicatrizando, lo que no implica dejar de recordar sino poder seguir viviendo con ello.

Aunque el duelo es un proceso personal, también es importante su vertiente social. Las culturas desarrollan formas de canalizar ese dolor a través de rituales en que el dolor se comparte con los otros.

¿Cómo se construye el duelo patológico?

A veces podemos poner en marcha una serie de comportamientos que NO nos ayudan en la elaboración del duelo:

  • intentar evitar pensar, intentar distraerse,
  • intentar ser fuerte y no concederse el sufrimiento,
  • evitar todo aquello que recuerda la pérdida,
  • buscar el consuelo constante de los demás

Tendremos que acompañar a la persona a la interrupción de estos comportamientos para que pueda elaborar el duelo. Una pérdida no gestionada de forma adecuada puede dar lugar a problemas emocionales e incluso trastornos psicopatológicos.
Es fundamental ayudar a los niños a enfrentarse a sus duelos, evitando minimizarlos o negarlos, porque la manera en que se enfrenten en sus primeros duelos les ayudará a desarrollar sus capacidades en el futuro.

¿En qué consiste el tratamiento del duelo?

La psicoterapia del duelo o luto tiene el objetivo de ayudar al sujeto a enfrentar y superar su pérdida de manera saludable. Se trata de acompañar a la persona a sobrevivir a un fenómeno natural, por muy injusto y terrible que sea, facilitando su adaptación al luto. La ayudaremos a poner en marcha los comportamientos que le permitirán atravesar el luto de manera natural. La persona tendrá que concederse un espacio cotidiano para el duelo. Sólo si se permite sufrir por el duelo, podrá gestionarlo adecuadamente.

El dolor del luto, a diferencia de otras sensaciones, nunca se cura del todo, sino que se decanta poco a poco. La terapia no puede curar a la persona de un trastorno que en realidad no es tal, ni tampoco ayudarla a borrar un dolor imborrable, sino acompañarla en el proceso de gestión de esta pérdida de la manera más saludable y rápida posible. Hay que pasar por el medio de dolor para poderlo decantar.

Destaca la importancia de realizar rituales que ayuden en el proceso de adaptación a la pérdida, pueden evitar el desarrollo de duelos patológicos y facilitar el proceso de duelo natural. Pero las relaciones de ayuda y los juicios de los demás, aunque sean con las mejores intenciones, no sirven generalmente de mucho. El dolor hay que aprender a gestionarlo de forma individual, es el mejor modo para lograr sobrevivirlo.

En el caso de síndrome del superviviente, (también llamado síndrome de supervivencia o culpa del superviviente) en que la persona percibe que ha hecho mal al sobrevivir un evento traumático cuando otros no lo han logrado, tendremos que ayudar a la persona a aceptar la condena de haber sido el que sobrevive.

¿Crees que no has sabido elaborar tu duelo? ¿pones en marcha los comportamientos que no te lo permiten? Busca la ayuda de tu psicólogo especialista en duelo en Barcelona. Susana del Corral psicóloga en Barcelona. Tu problema tiene solución ¿te ayudo?