Los tics nerviosos son una variante del TOC, son gestos o movimientos involuntarios y repetitivos, que se producen por la contracción de uno o varios músculos del cuerpo, generalmente de la cara. Tienen en común que son movimientos convulsivos inoportunos y excesivos. A los sonidos que se hacen involuntariamente (como por ejemplo, rasparse la garganta) se les llaman tics vocales. La mayor parte de los tics son leves y apenas se notan. Sin embargo, en algunos casos son frecuentes y severos y pueden afectar muchas áreas de la vida del niño. Son comportamientos que el niño pone en marcha sin darse cuenta con la finalidad de tranquilizarse (de lo que no suele tener conciencia). Se acaban convirtiendo en actos placenteros que tiranizan. Consulta con tu psicólogo infantil cuánto antes porque una temprana y adecuada intervención puede evitar que los tics se estructuren de forma rígida.
Cuando observamos que un niño hace un tic, nuestra tendencia es la de pedirle que deje de hacerlo, sin embargo, con frecuencia el pequeño no lo logra y con nuestra demanda lo hacemos más consciente de su tic. Él intentará evitar hacerlo, pero si sigue sin lograrlo, el tic irá cogiendo fuerza. Un intento de resolver el problema que, con la mejor de las intenciones puede hacer que el problema empeore.
¿En qué consiste la psicoterapia de los tics?
Si observas que un niño empieza a hacer un tic, la mejor intervención que puedes hacer es la de observar sin intervenir, es decir, observar el acto que pone en marcha, pero sin decirle nada. Observa si los tics se estabilizan, van a más o van a menos. Muchas veces, evitando intervenir, logramos que estos comportamientos desaparezcan por sí solos.
En caso de que observes que se amplifican o intensifican, te recomiendo que te pongas en contacto con tu psicólogo infantil especializado en el tratamiento de tics.
La terapia se centra en utilizar la misma lógica que para el tratamiento de las compulsiones, que consiste en llevar el tic a su propia saturación. La intervención de los padres será fundamental para la extinción de los tics. En este caso, el niño sí deberá acudir a las sesiones de psicoterapia, en las que también trabajaremos los aspectos emocionales que han desencadenado la puesta en marcha de los tics.
¿Te preocupan los tics nerviosos que observas en tu hijo? Los mejores psicólogos de Barcelona serán aquellos capaces de entender la vivencia particular de tu hijo y las dinámicas de interacción que se establecen para diseñar un tratamiento específico en base al objetivo que acordéis. Ponte en contacto con tu psicólogo infantil especialista en tics nerviosos. Susana del Corral psicóloga en Barcelona. El problema de tu hijo tiene solución ¿os ayudo?