¿Estoy deprimido si estoy triste?
Hoy el término depresión ha pasado a ser de uso coloquial y se usa para referir a estados naturales de tristeza. Todos nos hemos sentido alguna vez tristes, melancólicos, infelices, abatidos o derrumbados durante cortos periodos de tiempo, pero esto no significa estar sufriendo una depresión. La aparición de estos sentimientos en situaciones difíciles supone una respuesta totalmente natural del ser humano. En estos casos, a menudo, nos describimos a nosotros mismos como deprimidos, pero la tristeza y la depresión están lejos de ser lo mismo. Mientras que algunos sentimientos de tristeza se pueden ver aliviados con el mero transcurso del tiempo, el trastorno de la depresión puede cursar durante meses e incluso años. La depresión clínica va más allá que sentirse triste o tener un mal día. El trastorno depresivo es un trastorno del estado anímico en que sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración impiden que la persona lleve a cabo su vida diaria durante un período de tiempo de como mínimo varias semanas.
La renuncia es el síntoma por excelencia de la depresión. La persona renuncia a hacer aquello que normalmente haría, porque ha perdido el interés o el placer de hacerlo. ¿Pero qué pasa cuando nos resignamos a nuestro malestar y dejamos de hacer aquello que deberíamos hacer? A medida que vamos renunciando, cada vez tenemos ¿más o menos ganas de hacer? Cuanto menos hacemos, con menos fuerzas no vemos y más deprimidos nos sentimos. La persona se queda atrapada en el círculo vicioso de la resignación y como escribía Balzac «la resignación es el suicidio cotidiano».
Síntomas de un cuadro depresivo:
- Renuncia por la pérdida de interés o placer de realizar actividades.
- Tristeza, angustia, sensación de vacío, irritabilidad.
- Cansancio, fatiga o falta de energía.
- Sentimientos de baja autoestima, inutilidad o incluso de odio a sí mismo y culpa.
- Sentimientos de desesperanza o abandono.
- Dificultad para pensar o concentrarse.
- Sensación de agitación o, por el contrario, apatía, lentitud en los movimientos.
- Pensamientos reiterados de muerte o suicidio.
- Importantes cambios en apetito, con un pérdida o aumento de peso.
- Alteraciones del sueño: dificultades para conciliarlo o dormir mucho.
- Constantes lamentaciones por parte de la persona.
Tratamiento psicológico de la depresión
La psicoterapia para la depresión consistirá en hacer sentir a la persona que, muy a pesar de no tener fuerzas ni ánimos para nada, lo peor que puede hacer es dejarse arrastrar por la desesperación y quedarse encerrada en casa compadeciéndose de sí misma y llorarle a los demás sus penas, ya que ambos comportamientos la mantienen y la atrapan en su situación depresiva. La intervención abarca diferentes ámbitos: darle herramientas a la persona que le permitan gestionar su desesperación; llevarla poco a poco a evitar renunciar para que pueda volver a recuperar sus recursos; llevarla a relacionarse de una forma saludable con los demás (no desde la posición de víctima que suele ser la que, sin darse cuenta, adopta la persona deprimida).
¿Te sientes triste desde hace bastante tiempo y esto interfiere con tus actividades normales diarias? Podrías estar deprimido. Consulta con tu psicólogo especialista en depresión en Barcelona. Susana del Corral psicóloga en Barcelona. Tu problema tiene solución ¿te ayudo?
